Donación de garrota

Con la única finalidad de contribuir al sostenimiento de la Virgen de las Nieves, su Ermita y la tradición, dono esta garrota de madera de olmo del país, elaboración propia y año 2019, la cual será presentada, “D.m.”, el día 5-8-2019.

La adjudicación de esta garrota a la Virgen de las Nieves, es consecuencia de ser para mí la Virgen, icono de mi pueblo, parte de la Historia profunda de Torralba y memoria de mis antepasados.

En el aspecto práctico y actual me mueve el deseo de colaborar a prestar a la Virgen de las Nieves apoyo personal y económico en su desenvolvimiento terrenal, ya está muy vieja, y pudiera necesitar apoyarse en la garrota el día que vaya a coger cerezas o el que tenga que ir andando desde su Ermita a la Iglesia, por falta de costaleros o que éstos no sean de su Rito.

Tiene muchos años, y como consecuencia de los tiempos que corren, de la alarmante disminución de fieles, del encarecimiento de la vida y de los costes de reparación de su hogar, se le presenta un dudoso futuro.

Y si la Virgen asume que aún no está para el uso de garrota, puede sacarla a SUBASTA durante este acto el día 5 de agosto de 2019, “Día de la Patrona” y la pregonera del acontecimiento, señora Soledad, siguiendo la tradición pondrá todo su empeño para que salga bien. Tradición que según las Trasnochás torralbeñas se remonta, al menos, a los días de mi abuela Castora, la cual pujaba en la Subasta al modo actual y se quedaba con una ceronera (1) de uvas, pagando por ello un almud de trigo.

Lleva grabado a lo largo, partiendo de junto a la empuñadura el texto que sigue, incluido el quinto verso de la primera estrofa de su himno. “Torralba. Virgen de las Nieves. ¡Tus hijos hoy venimos…!” Y la fecha, 5-8-2019.

Vitoriano Valero García

(1)   Ceronera (Bardana),Planta anual que brota en terrenos baldíos, de unos 50 cm. de porte y que a lo largo de su tallo le van creciendo ramas laterales, las cuales, cortadas a la medida adecuada, una vez seca, en otoño, era recolectada para colgada en la cámara y servir para situar los racimos de uva para consumo en invierno. La raíz de esta planta, por sus virtudes medicinales, una vez seca, el maestro don José comerciaba con ella; previamente invitaba a sus alumnos para que le abastecieran del producto previo el pago convenido.

Quizá las jóvenes de años atrás recuerden los frutos de esta planta, redondos y del tamaño de una cereza, y recubiertos con pinchos ganchudos en la superficie con los cuales a modo de broma los muchachos incordiaban a las chicas lanzándoselos, ya que se quedaban enganchados en el pelo o en la ropa.

La vida misma. Escenas de Torralba, Cuenca